Existen varios factores que pueden afectar al color del esmalte y provocar la aparición de dientes amarillos. Pero antes hay que tener en cuenta que cada persona tiene los dientes de un blanco distinto, que el color natural de los dientes y su evolución es diferente en cada individuo.
A continuación mencionaremos algunas causas.
Genéticas:
Hay un condicionante genético importante que define la coloración de nuestros dientes desde que nacemos. Los genes influencian el color de los dientes y cómo evolucionará con el paso de los años, así como la transparencia de la dentadura y su grosor, que son los responsables directos del color.
Hay algunas enfermedades congénitas “como la dentinogénesis o la amelogénesis imperfecta que provocan defectos en el esmalte o en la dentina, haciendo que estos adquieran un color amarillento o incluso marrón”.
Alimenticias:
Algunos hábitos alimenticios, como el consumo regular de vino tinto, café, té, refrescos de cola u otras bebidas con colores fuertes, afectan al tono de los dientes. Actúan a dos niveles:
El color natural del esmalte es el blanco. Un alto consumo de té y café en grandes cantidades irá dejando una capa que acabará por penetrar en el esmalte de los dientes
Los alimentos ácidos, como los cítricos o el vinagre, contribuyen a erosionar el esmalte. Resultado: la capa de esmalte se vuelve más fina y transparente, con lo que se puede ver la dentina, que es de color amarillo. Como consecuencia los dientes tienen un aspecto amarillento.
Consejo: Limitar el consumo de los alimentos que manchan. Consumirlos con moderación.
Medicamentos:
Algunos antibióticos, en particular la tetraciclina y la doxiciclina, decoloran los dientes de los niños si estos son expuestos a ellos hasta la edad de ocho años. Esto se debe a que sus dientes todavía se están desarrollando en esté época. Otros medicamentos como los antidepresivos, antiestamínicos y medicinas para la alta presión arterial, pueden manchar los dientes.
La exposición excesiva al flúor
Envejecimiento:
Otro factor es el paso del tiempo. A medida que envejecemos, es normal que los dientes se amarilleen, pues desde que nacemos hasta que morimos los sometemos a una serie de condicionantes que provocan cambios en ellos, pero también es fundamental cómo cuidamos nuestra dentadura. Y, sobre todo, cómo la limpiamos.
¡La higiene es fundamental!